Neveleff, el arquitecto de un nuevo orgullo dominicano

✍️ Opinión | Neveleff, el arquitecto de un nuevo orgullo dominicano

En el universo del fútbol, los procesos que verdaderamente construyen identidad rara vez nacen del aplauso inmediato. Exigen convicción, resistencia, visión a largo plazo y, sobre todo, liderazgo. En la República Dominicana, ese liderazgo —silencioso pero constante— tiene nombre y apellido: Marcelo Neveleff. El técnico argentino, apodado cariñosamente “El Ruso”, ha empezado a consolidar algo que parecía utópico hace unos años: una selección nacional respetada, estructurada y con proyección internacional.

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🛤️ Un constructor de proyecto, no un vendedor de ilusiones

Con experiencia como formador en selecciones juveniles de Estados Unidos, y asistente técnico en franquicias de la MLS como New England Revolution y Real Salt Lake, Neveleff asumió un reto monumental: transformar a un equipo sin tradición competitiva regional en una selección con credibilidad internacional. Y su trabajo no ha sido de escritorio, sino de carretera y conversación.

Ha recorrido miles de kilómetros, pasando horas en reuniones privadas con futbolistas de ascendencia dominicana que brillan en Europa y América. ¿El objetivo? Convencerlos, no con promesas vacías, sino con un proyecto honesto, serio y tangible.

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🌍 Firpo, Azcona, Mörschel: la conquista del sí

Uno de los mayores logros del técnico ha sido la incorporación de jugadores de primer nivel que antes rechazaban vestir la camiseta tricolor. La llegada de Junior Firpo, lateral con paso por el FC Barcelona, fue la piedra angular de ese nuevo camino. A él se sumaron Peter Gonzalez, Pablo Rosario, Juan Familia, Heinz Mörschel Luÿi De Lucas, y muchos más.

Los jugadores no solo creyeron en su plan táctico, sino también en su honestidad y compromiso humano. Neveleff no vende humo: propone estructura, respeto y sentido de pertenencia. Lo que no lograron otros en años, él lo consiguió con paciencia y credibilidad.

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🔙 Mariano Díaz: una historia compleja

Incluso Mariano Díaz, ex Real Madrid y con larga historia de indecisión con la selección, volvió a vestir la camiseta dominicana gracias al Ruso. Reapareció en un amistoso en Santiago de los Caballeros ante Puerto Rico, dejando entrever una reconciliación histórica. Sin embargo, fiel a su estilo errático, se bajó del proyecto nuevamente antes de los partidos ante Guatemala y México. Un revés que confirma que no todo se puede cambiar con buena voluntad, pero sí que el técnico hizo su parte, convenciendo incluso a los más reticentes.

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🚨 Obstáculos externos y el falso debate

Mientras la selección crece, ciertos sectores parecen más interesados en boicotear el proceso que en sostenerlo. Críticas sin fundamento, rumores forzados de cambio de técnico y sabotajes a convocatorias revelan intereses oscuros. No se trata de debate deportivo legítimo, sino de maniobras políticas y de representación que poco aportan a una federación que recién empieza a profesionalizarse.

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⚽ México como prueba de fuego y de carácter

Lo visto ante México en la Copa Oro 2025 —un 3-2 vibrante donde la Dominicana estuvo a un paso del empate— fue el primer gran mensaje del proyecto Neveleff al continente. Por momentos se jugó de igual a igual ante una potencia. La estructura defensiva, la valentía en transiciones y el carácter mostrado fueron méritos del cuerpo técnico, que logró transmitir confianza a un equipo sin historia en este nivel.

Incluso tras el desafortunado episodio logístico previo al duelo ante Guatemala, que desestabilizó anímicamente al plantel, la base del grupo no se quebró.

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🧭 El camino correcto necesita tiempo

Marcelo Neveleff no es un salvador mesiánico, pero sí un técnico respetado por sus jugadores y comprometido con el crecimiento del fútbol dominicano. Lo que República Dominicana necesita ahora es respaldar este proceso con continuidad institucional, profesionalismo administrativo y respeto al trabajo bien hecho.

Cambiar por cambiar solo sirve a quienes viven del caos. Apostar por Neveleff es apostar por el único camino que ha comenzado a dar resultados reales.